viernes, 29 de junio de 2007

COMO SOPORTAR AL COMPAÑERO QUE SE CONVIRTIÓ EN JEFE

Quien trabaja sabe que no siempre es fácil asumir que se ha ascendido a un compañero y que, de ahora en más, lo "mandará" en las tareas que le tocan llevar a cabo a diario.


De hecho, para Daniela de León, directora de Dale Carnegie, "éste es uno de los acontecimientos más desagradables en la carrera: su compañero del trabajo convertido en su jefe", y bien advirtió que la transición no resulta fácil "para ninguno de los dos lados".

Uno de los principales problemas es que "el nuevo jefe, a no ser que no tenga ni un hueso de sensibilidad, debería sentir un pequeño recelo al mandar a sus antiguos pares, especialmente a aquellos que eran amigos", explicó y entendió que "se requieren buenas habilidades interpersonales para asignar tareas de modo colegial y no parecer un pequeño Napoleón pavoneándose de su nuevo poder".

A veces, el compañero ascendido resulta ser realmente un amigo. Y lo que ocurre es que puede modificarse la comunicación entre ambos, que ya no pertenecer a igual escalafón de la compañía. "El ascenso también trae acceso a un nuevo mundo de información de dirección. Puede ser difícil guardar secretos a los antiguos confidentes o limitar las sesiones de chismes en la sala de descanso del pasado", apuntó de León.

"Mientras el jefe recién designado puede tener la promoción y la prisa de las nuevas responsabilidades para salvar cualquier herida emocional respecto de la ruptura con su compinche, es el amigo olvidado quien algunas veces se lleva la peor parte lidiando con la realidad de cambio en las relaciones del trabajo", explicó.

De León detalló ideas de Dale Carnegie Training para manejar el tema. Son las siguientes:

* Tratar de eliminar todo sentimiento o resentimiento. El compañero no tomó el nuevo puesto para herir a otro. Además, la posibilidad para avanzar puede ser la siguiente.

* Compartir cualquier daño con alguien fuera de su lugar de trabajo. No hablar del tema dentro de la oficina porque seguramente regresará a su jefe/amigo.

* Recordar que la transición del amigo también puede ser difícil. Ser paciente para ver cómo resulta su relación.

* Está bien ofrecer críticas constructivas, pero hay que comprender que ya no se está criticando con un par más.

* No explotar la relación de amistad monopolizando la atención de su nuevo jefe, pero reconocer que su amistad crea capital político que puede usarse sabiamente para ayudar a su carrera y a su equipo de trabajo.

Publicado por: Jimena Labrador - Alumna 3º Año RR.HH. - Presencial - IESERH

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena descripción. En lo persnonal me ha ocurrido y la verdad que hay que saber manejar bien la situción.