Antes eran meros instrumentos de control. Hoy son consejeros de carrera, coordinadores de grupos y gerentes de recursos. Así, ninguna empresa puede darse el lujo de dejarlos fuera del proceso de formulación e implementación estratégica...
El viejo puesto de supervisor ya no es lo que era. Cada día quedan más lejos los tiempos en que, básicamente, su función se limitaba a controlar que los empleados de línea hicieran su trabajo.
El supervisor moderno (o, para usar un término más elegante, "front line manager") se está convirtiendo en un coach con responsabilidades de gestión sobre los grupos de trabajo de la base de la pirámide.
Así, advierte un artículo de Accenture, en virtud de sus nuevas funciones, es hora de que las empresas comiencen a considerarlos de manera diferente a la hora de formular sus estrategias. Veamos...
1) El rol del supervisor en la formulación estratégica
Por el lugar que ocupa en la pirámide organizacional, el supervisor tiene acceso directo a información clave de los empleados que ejecutan los procesos. Es decir, el supervisor sabe mejor que ningún gerente cómo se hace realmente el trabajo en la empresa y cuáles son las preocupaciones de los trabajadores.
Estos datos son oro en polvo para el departamento de recursos humanos a la hora de formular iniciativas orientadas a una máxima satisfacción laboral.
Al mismo tiempo que el supervisor es un nodo ascendente de información desde la base hacia el management, también funciona como un nodo descendente para difundir la estrategia de la empresa y construir credibilidad.
Por lo tanto, advierten los investigadores de Accenture, es fundamental que el supervisor conozca la estrategia y participe, en cierta medida, en su planificación y seguimiento.
En la compañía de indumentaria masculina, Men's Wearhouse, la gerencia de HR mantiene reuniones periódicas de estrategia con sus supervisores para intercambiar información sobre métodos para mejorar la planificación e implementación.
2) Las nuevas habilidades del supervisor
Los supervisores modernos realizan cada vez menos actividades de supervisión y más de coaching, orientación de carrera y gestión de recursos. Y, desde luego, las diferentes responsabilidades exigen habilidades específicas.
Hoy es fundamental que las organizaciones capaciten a sus "front line managers" en coordinación de grupos y gestión de conflictos a medida que el puesto va adquiriendo mayores responsabilidades gerenciales.
En definitiva, los supervisores han pasado de ser unos meros controladores de la realización del trabajo operativo a auténticos gerentes, coordinadores de grupos y consejeros de carrera.
Así, señala la investigación de Accenture, es necesario que el área de recursos humanos los vea como lo que han llegado a ser: socios estratégicos del negocio cuya posesión de información vital los convierte en piezas clave de los procesos de formulación e implementación.
Fuente: MATERIABIZ
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