No tener nada que hacer causa una sensación de angustia. No sólo porque se pierde el tiempo sino porque además se convierte en un elemento de bloqueo vital.
Sólo hay una cosa peor que tener muchísimo trabajo. Es no tener nada que hacer. El aburrimiento es una sensación angustiosa. No sólo porque se pierde el tiempo entre bostezo y estiramiento, sino porque, además, se convierte en un elemento de bloqueo vital. Normalmente, el aburrimiento atraviesa varias etapas.
Hay estudios que aseguran que el aburrimiento puede ser causa de errores graves porque la mente se bloquea y el cerebro se desconecta. Sin embargo, hay algo de encantador en el hastío.
Pero sólo si se cumplen determinados factores. Seguramente, muchos analistas y brokers de bolsa echan de menos durante estos días aburrirse un poquito en el trabajo, tal como destaca un artículo publicado por el diario español Expansión.
La misma sensación que, muy probablemente, pueden estar experimentando en este instante los responsables financieros, los abogados y los accionistas de las empresas inmobiliarias españolas. Para ellos, según Expansión, el aburrimiento es sinónimo de tranquilidad.
Pero si el hartazgo y el bostezo se convierten en rutinas, el problema ya se incluye en la categoría de grave. Sufrir una sensación de hastío durante ocho horas diarias no es, en absoluto, recomendable.
Si se tiene en cuenta que pasamos trabajando tres cuartas partes de la vida, aburrirse en el puesto laboral significa que nos aburrimos durante la mayor parte de nuestra vida.
Ante esta ssituación, no caben demasiadas soluciones. Según cuenta Expansión, la cadena hotelera Crowne Plaza propone, por ejemplo, salas diseñadas para que ese enemigo que hace bostezar no entre en las reuniones.
Evitar el tedio, en cualquier caso, depende exclusivamente de cada empleado. Si no se puede encontrar una motivación en en el trabajo, el aburrimiento será inevitable y en estos casos no hay diferencias entre sacar fotocopias o ser ministros.
Sólo hay una cosa peor que tener muchísimo trabajo. Es no tener nada que hacer. El aburrimiento es una sensación angustiosa. No sólo porque se pierde el tiempo entre bostezo y estiramiento, sino porque, además, se convierte en un elemento de bloqueo vital. Normalmente, el aburrimiento atraviesa varias etapas.
Hay estudios que aseguran que el aburrimiento puede ser causa de errores graves porque la mente se bloquea y el cerebro se desconecta. Sin embargo, hay algo de encantador en el hastío.
Pero sólo si se cumplen determinados factores. Seguramente, muchos analistas y brokers de bolsa echan de menos durante estos días aburrirse un poquito en el trabajo, tal como destaca un artículo publicado por el diario español Expansión.
La misma sensación que, muy probablemente, pueden estar experimentando en este instante los responsables financieros, los abogados y los accionistas de las empresas inmobiliarias españolas. Para ellos, según Expansión, el aburrimiento es sinónimo de tranquilidad.
Pero si el hartazgo y el bostezo se convierten en rutinas, el problema ya se incluye en la categoría de grave. Sufrir una sensación de hastío durante ocho horas diarias no es, en absoluto, recomendable.
Si se tiene en cuenta que pasamos trabajando tres cuartas partes de la vida, aburrirse en el puesto laboral significa que nos aburrimos durante la mayor parte de nuestra vida.
Ante esta ssituación, no caben demasiadas soluciones. Según cuenta Expansión, la cadena hotelera Crowne Plaza propone, por ejemplo, salas diseñadas para que ese enemigo que hace bostezar no entre en las reuniones.
Evitar el tedio, en cualquier caso, depende exclusivamente de cada empleado. Si no se puede encontrar una motivación en en el trabajo, el aburrimiento será inevitable y en estos casos no hay diferencias entre sacar fotocopias o ser ministros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario