La gestión del tiempo, asunto muy manido y requerido a su vez por departamentos de RR.HH., directivos y particulares. Me pregunto, que pasa con el tiempo y su manejo que a todos nos vuelve locos.
En la mayoría de acciones formativas al efecto muchas personas entran expectantes pero salen decepcionadas. Comentan que siempre es lo mismo, que en la realidad del trabajo diario no se puede aplicar, ...
Ahora -por cuestiones profesionales me han pedido que organice un curso de gestión del tiempo. He pedido información acerca de sus prácticas en organizar la actividad, el tipo de "interrupciones" y el proceso de trabajo y se han sorprendido.
Me comentan que para qué lo quiero saber. En definitiva, me parece (y no me gusta) que lo queremos son recetas, estándares para aplicar de inmediato pero lo que no queremos es cambiar de enfoque en la organización de nuestras tareas y la planificación y distribución de nuestro tiempo.
Si proponemos realizar actividades, juegos, casos reales que nos ayuden a distinguir entre lo que es importante (para muchas personas todo es importante; es decir no somos eficaces y no distinguimos lo que es accesorio y lo que es básico o fundamental) y lo urgente ( todo siempre es urgente; es decir no planificamos bien) nos comentan que en el ejercicio (en el estudio de caso) se puede hacer pero que en el trabajo, no. Y me pregunto (y les pregunto porqué, cual es el motivo)
Me parece que las acciones de priorizar, posponer, delegar, descartar o bien las de resolver, delegar o rechazar como metodología para gestionar tu tiempo está más bien relacionado con el tipo de cultura organizativa que tienen las empresas y la percepción y dimensión del valor tiempo de trabajo (tuyo y el de los demás)
Si no se valora en su justa medida el valor Tiempo de Trabajo, es muy difícil gestionarlo. Tan sólo asistiremos a seminarios, talleres, cursos, leeremos consejos útiles para manejar nuestro tiempo ( y posiblemente el de los demás) y una vez en nuestro puesto de trabajo aplicaremos la procastinación o la costumbre de demorar siempre las cosas.
En la mayoría de acciones formativas al efecto muchas personas entran expectantes pero salen decepcionadas. Comentan que siempre es lo mismo, que en la realidad del trabajo diario no se puede aplicar, ...
Ahora -por cuestiones profesionales me han pedido que organice un curso de gestión del tiempo. He pedido información acerca de sus prácticas en organizar la actividad, el tipo de "interrupciones" y el proceso de trabajo y se han sorprendido.
Me comentan que para qué lo quiero saber. En definitiva, me parece (y no me gusta) que lo queremos son recetas, estándares para aplicar de inmediato pero lo que no queremos es cambiar de enfoque en la organización de nuestras tareas y la planificación y distribución de nuestro tiempo.
Si proponemos realizar actividades, juegos, casos reales que nos ayuden a distinguir entre lo que es importante (para muchas personas todo es importante; es decir no somos eficaces y no distinguimos lo que es accesorio y lo que es básico o fundamental) y lo urgente ( todo siempre es urgente; es decir no planificamos bien) nos comentan que en el ejercicio (en el estudio de caso) se puede hacer pero que en el trabajo, no. Y me pregunto (y les pregunto porqué, cual es el motivo)
Me parece que las acciones de priorizar, posponer, delegar, descartar o bien las de resolver, delegar o rechazar como metodología para gestionar tu tiempo está más bien relacionado con el tipo de cultura organizativa que tienen las empresas y la percepción y dimensión del valor tiempo de trabajo (tuyo y el de los demás)
Si no se valora en su justa medida el valor Tiempo de Trabajo, es muy difícil gestionarlo. Tan sólo asistiremos a seminarios, talleres, cursos, leeremos consejos útiles para manejar nuestro tiempo ( y posiblemente el de los demás) y una vez en nuestro puesto de trabajo aplicaremos la procastinación o la costumbre de demorar siempre las cosas.
Fuente: adriapolis.blogspot.com
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