¿Se trata de un verdadero receso si un empresario se pasa todo el día detrás de una computadora chequeando mails o llamando a sus empleados tres veces al día? Desde BDO Becher presentan las claves y consejos para bajar los niveles de ansiedad y lograr un pleno descanso
En el verano, una de las decisiones que con seguridad tome cualquier empresario es irse de vacaciones. Raramente un alto ejecutivo deje de hacerlo, no me imagino a ninguno definiendo no tomarse un descanso.
Con seguridad a alguno le cueste más que a otro irse intranquilo, le agarren dolores de cabeza o ansiedad; pero se va.
En el verano, una de las decisiones que con seguridad tome cualquier empresario es irse de vacaciones. Raramente un alto ejecutivo deje de hacerlo, no me imagino a ninguno definiendo no tomarse un descanso.
Con seguridad a alguno le cueste más que a otro irse intranquilo, le agarren dolores de cabeza o ansiedad; pero se va.
La cuestión es: ¿son vacaciones si uno se pasa todo el día detrás de una computadora chequeando mails o llamando a sus empleados tres veces al día?
Para que las vacaciones sean sinónimo de descanso la clave está en dejar bien aceitados los circuitos que hacen al funcionamiento normal de una empresa.
Y si durante el año se trabajó para que estos mecanismos, que llevan adelante a la empresa, fluyan; no tendría que haber inconvenientes para marcharse. Si no lo hizo, de alguna manera deberá hacer el “curso acelerado”.
Algunas claves para lograrlo:
No subestimar a los empleados. El que tiene que estar tranquilo y seguro es el empresario. Probablemente, sus empleados sepan cuáles son sus funciones y no tengan temor de quedarse solos. El mayor problema, generalmente, lo tiene la persona que se va porque pierde el contacto con lo que pasa hora a hora en la empresa.
Armar circuitos concretos de trabajo que garanticen que las cosas ocurrirán de la manera planeada. Preguntarse qué deberían hacer los empleados frente a distintas situaciones hipotéticas y dar respuestas concretas al equipo de cuales son las tareas que espera que cada uno desarrolle.
Establecer canales de comunicación claros con algunas personas. Elegir quién va a ser el responsable de cada área. Además, seleccionar un responsable operativo y administrativo y sólo mantener contacto con esa única persona que será la encargada de hacer reportes de los movimientos de la empresa con la frecuencia acordada.
Más allá de estos consejos, que pueden ser útiles a la hora de dejar la empresa sola, la realidad es que para que cualquier negocio funcione bien debe estar ordenado, con circuitos de trabajo establecidos, con tareas repartidas y funciones claras.
Quizás las vacaciones sirvan como excusa y esta sea una buena oportunidad para ordenar finalmente la empresa.
Por: Cynthia Cuculiansky - Socia a cargo de la División Soluciones en RRHH y
Organizaciones de BDO Becher
Fuente: Infobaeprofesional.com
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