A usted, como empresario o directivo, es probable que le hayan hecho en más de una ocasión esta pregunta: “¿Puedo motivar a mi gente?” Y de hecho ¿es esta pregunta una afirmación en sí misma cierta? Porque normalmente la vida real es algo diferente porque a menos que una persona pueda motivarse a sí misma es poco productivo malgastar energía intentando hacerlo por los demás.
El dinero es un gran motivador… ¡cierto! Pero por un período corto. ¿Y luego qué? Una vez que la persona alcanza un cierto nivel de ingresos, el dinero ya no es un problema.
A las personas nos motivan cosas diferentes y puede ir desde tener más tiempo libre, el aprendizaje y mejora profesional o el reconocimiento personal. La clave es identificar cuáles son esas motivaciones en el seno de mi equipo y actuar en consecuencia, dentro de nuestras posibilidades.
¿No sería una situación deseable para usted, como dueño de un negocio o como directivo de un departamento, poder saber cómo ayudar a sus empleados mediante la identificación de lo que les motiva?
Normalmente nos hacemos un montón de preguntas al respecto tales como: ¿De qué herramientas dispongo en mi organización para ir más allá de ese entendimiento? ¿Cómo identifico lo que realmente motiva a la gente y lo que realmente da poder a mis empleados? ¿De qué forma puedo conocer lo que me motiva a mí mismo y a las personas de mi equipo? Y normalmente nos encontramos ante un sinfín de dudas o lo que es peor, ante la ausencia de respuestas.
Vamos a intentar presentar algunos factores clave para comprender mejor la motivación:
1. La motivación empieza con usted mismo – Entender su propia motivación es un principio básico para que sus empleados hagan lo mismo. En este sentido los conceptos de Visión y Misión que mencionamos en el artículo de un equipo ideal tienen mucho que ver.
2. Los objetivos de los empleados deben ser paralelos a los de la empresa - Esto quiere decir que usted, como dueño o como responsable, tiene que conseguir que los objetivos por los que usted lucha sean compartidos por sus empleados. ¿Cómo? Estableciendo objetivos más inteligentes (SMART = Específicos, Medibles, Aceptables, Realistas y posibles en el Tiempo) que ayuden a mejorar las habilidades de los empleados y que recompensen a aquellos que se involucren en ellos.
3. Conocer lo que motiva a cada uno de ellos – Para favorecer la motivación de un empleado tiene que comprender qué es lo que motiva a cada uno de ellos. Y para eso, escuchar lo que dicen y observar lo que hacen le dará una información detallada de los mismos. Es difícil ofrecer si no se conocen los deseos, expectativas y necesidades.
4. Crear sistemas que favorezcan la motivación – Si hay unas directrices claras tales como la política de la empresa, los criterios de evaluación del rendimiento en el trabajo, el sistema de compensaciones, los planes de carrera profesional, etc. y una adecuada comunicación de dichas directrices, no hay razón para que se produzcan malentendidos. Se genera confianza en los sistemas.
5. Una asignación clara de responsabilidades – Es la herramienta más poderosa para tener a la gente centrada en lo verdaderamente importante. Ahora bien, debemos tener claro para qué tenemos a alguien en la empresa: ¿Podríamos escribir en medio folio en qué queremos que se centre y qué esperamos obtener de su trabajo? ¿Se lo hemos dicho al interesado? Sin esto seremos un barco sin rumbo y eso no ayudará a fomentar la motivación.
En realidad de lo que estamos hablando es de:
* perseverar: sólo si dejas de intentarlo has fracasado. “El esfuerzo constante y los frecuentes errores son las piedras que pavimentan el camino del éxito” Elbert Hubard
* generar camaradería: – crear un buen ambiente, de manera que todos quieran trabajar en él; un ambiente de apertura, seguridad y confianza, con un manejo positivo de las situaciones
* responsabilidad: – responder ante uno mismo y ante otros por lo que somos, lo que hacemos y lo que logramos. “Ser excelente es ejercer nuestra libertad siendo responsables de cada una de nuestras acciones” – Miguel Angel Cornejo.
* inspiración: – animar a los empleados para que se superen día a día, con un feedback positivo, evitando crear situaciones de tensión o defensivas.
En definitiva, motivar. En este sentido la figura de un “coach” es imprescindible, ya sea desde una perspectiva externa (ayudando a trabajar en la definición de objetivos inteligentes para cada área del negocio y trabajar en la motivación del equipo) o desde una perspectiva interna, es decir, la figura del directivo o empresario- coach.
Pero… ¿cómo ser un buen “coach” siendo empresario o directivo?... El coach es una persona de confianza obligada a ofrecer el mejor apoyo a sus empleados. Para él, cada momento debe ser una oportunidad para enseñar, para compartir conocimientos o sabiduría. Un buen coach debe asegurarse de que se cumplen las siguientes actividades:
1. mantener su enfoque en los valores y visión de la organización; las personas van y vienen pero la organización permanece.
2. contar con los mejores; no sólo en habilidades sino los más dispuestos a aprender
3. respetar a sus empleados y admitir que existen diferentes ritmos de aprendizaje y diferentes grados de motivación; admitiendo además, que no todos sus empelados serás susceptibles de recibir su ayuda.
4. ser disciplinado. Todos debemos saber qué debemos hacer, cuándo debemos hacerlo y hacia donde debemos ir.
Son necesarias buenas palabras y una excelente comunicación pero además se debe saber crear una sensación de seguridad y de previsibilidad. Se debe demostrar que su objetivo son los intereses de sus compañeros y no los suyos. La motivación no es fruto de la casualidad sino de una percepción personal que permite detectar qué gusta y motiva a quienes enseña.
El dinero es un gran motivador… ¡cierto! Pero por un período corto. ¿Y luego qué? Una vez que la persona alcanza un cierto nivel de ingresos, el dinero ya no es un problema.
A las personas nos motivan cosas diferentes y puede ir desde tener más tiempo libre, el aprendizaje y mejora profesional o el reconocimiento personal. La clave es identificar cuáles son esas motivaciones en el seno de mi equipo y actuar en consecuencia, dentro de nuestras posibilidades.
¿No sería una situación deseable para usted, como dueño de un negocio o como directivo de un departamento, poder saber cómo ayudar a sus empleados mediante la identificación de lo que les motiva?
Normalmente nos hacemos un montón de preguntas al respecto tales como: ¿De qué herramientas dispongo en mi organización para ir más allá de ese entendimiento? ¿Cómo identifico lo que realmente motiva a la gente y lo que realmente da poder a mis empleados? ¿De qué forma puedo conocer lo que me motiva a mí mismo y a las personas de mi equipo? Y normalmente nos encontramos ante un sinfín de dudas o lo que es peor, ante la ausencia de respuestas.
Vamos a intentar presentar algunos factores clave para comprender mejor la motivación:
1. La motivación empieza con usted mismo – Entender su propia motivación es un principio básico para que sus empleados hagan lo mismo. En este sentido los conceptos de Visión y Misión que mencionamos en el artículo de un equipo ideal tienen mucho que ver.
2. Los objetivos de los empleados deben ser paralelos a los de la empresa - Esto quiere decir que usted, como dueño o como responsable, tiene que conseguir que los objetivos por los que usted lucha sean compartidos por sus empleados. ¿Cómo? Estableciendo objetivos más inteligentes (SMART = Específicos, Medibles, Aceptables, Realistas y posibles en el Tiempo) que ayuden a mejorar las habilidades de los empleados y que recompensen a aquellos que se involucren en ellos.
3. Conocer lo que motiva a cada uno de ellos – Para favorecer la motivación de un empleado tiene que comprender qué es lo que motiva a cada uno de ellos. Y para eso, escuchar lo que dicen y observar lo que hacen le dará una información detallada de los mismos. Es difícil ofrecer si no se conocen los deseos, expectativas y necesidades.
4. Crear sistemas que favorezcan la motivación – Si hay unas directrices claras tales como la política de la empresa, los criterios de evaluación del rendimiento en el trabajo, el sistema de compensaciones, los planes de carrera profesional, etc. y una adecuada comunicación de dichas directrices, no hay razón para que se produzcan malentendidos. Se genera confianza en los sistemas.
5. Una asignación clara de responsabilidades – Es la herramienta más poderosa para tener a la gente centrada en lo verdaderamente importante. Ahora bien, debemos tener claro para qué tenemos a alguien en la empresa: ¿Podríamos escribir en medio folio en qué queremos que se centre y qué esperamos obtener de su trabajo? ¿Se lo hemos dicho al interesado? Sin esto seremos un barco sin rumbo y eso no ayudará a fomentar la motivación.
En realidad de lo que estamos hablando es de:
* perseverar: sólo si dejas de intentarlo has fracasado. “El esfuerzo constante y los frecuentes errores son las piedras que pavimentan el camino del éxito” Elbert Hubard
* generar camaradería: – crear un buen ambiente, de manera que todos quieran trabajar en él; un ambiente de apertura, seguridad y confianza, con un manejo positivo de las situaciones
* responsabilidad: – responder ante uno mismo y ante otros por lo que somos, lo que hacemos y lo que logramos. “Ser excelente es ejercer nuestra libertad siendo responsables de cada una de nuestras acciones” – Miguel Angel Cornejo.
* inspiración: – animar a los empleados para que se superen día a día, con un feedback positivo, evitando crear situaciones de tensión o defensivas.
En definitiva, motivar. En este sentido la figura de un “coach” es imprescindible, ya sea desde una perspectiva externa (ayudando a trabajar en la definición de objetivos inteligentes para cada área del negocio y trabajar en la motivación del equipo) o desde una perspectiva interna, es decir, la figura del directivo o empresario- coach.
Pero… ¿cómo ser un buen “coach” siendo empresario o directivo?... El coach es una persona de confianza obligada a ofrecer el mejor apoyo a sus empleados. Para él, cada momento debe ser una oportunidad para enseñar, para compartir conocimientos o sabiduría. Un buen coach debe asegurarse de que se cumplen las siguientes actividades:
1. mantener su enfoque en los valores y visión de la organización; las personas van y vienen pero la organización permanece.
2. contar con los mejores; no sólo en habilidades sino los más dispuestos a aprender
3. respetar a sus empleados y admitir que existen diferentes ritmos de aprendizaje y diferentes grados de motivación; admitiendo además, que no todos sus empelados serás susceptibles de recibir su ayuda.
4. ser disciplinado. Todos debemos saber qué debemos hacer, cuándo debemos hacerlo y hacia donde debemos ir.
Son necesarias buenas palabras y una excelente comunicación pero además se debe saber crear una sensación de seguridad y de previsibilidad. Se debe demostrar que su objetivo son los intereses de sus compañeros y no los suyos. La motivación no es fruto de la casualidad sino de una percepción personal que permite detectar qué gusta y motiva a quienes enseña.
Fuente: Microsoft
3 comentarios:
La motivación es un término que a los empleados aún resulta subjetivo, por lo que hay que saber aplicarlo e introducirlo... Los consejos que propones son de mucha utilidad y son la base de la motivación... Sólo hay que recordar que la motivación no se enseña ni se proporciona, lo que hay que hacer es que el individuo de auto motive, pues no es posible motivar a alguien como si fuese una medicina, la base de la motivación es crear la situación ideal para que la persona encuentre motivación en si mismo.
SM
Tal vez le interese leer EL ARTE DE LA VENTAJA, libro virtual para descargar en
http://www.personal.able.es/cm.perez/Extracto_de_EL_ARTE_DE_LA_VENTAJA.pdf
¿Siente que el trabajo, la responsabilidad y el esfuerzo son necesarios pero insuficientes para alcanzar el éxito y para sobrevivir? Usted ya ha visto demasiados ejemplos, quizás ya ha sentido esa sensación de estar estancado. ¿Entonces, qué más es necesario? Ver cómo lograr el éxito con astucia en el mundo. Lo que te han contado no es suficiente para triunfar: los conocimientos de este libro se aplican de forma inmediata con resultados excelentes. Nada mas leerlo ya lo practicas.
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La motivación en los trabajadores es fundamental. Hay que tener en cuenta que una persona feliz trabaja mejor y en consecuencia no solo aumenta su productividad sino también la productividad de la empresa para la cual trabaja. Por este motivo, contar con especialistas encargados del diseño de estrategias de motivación es de vital importancia en toda empresa independientemente del tamaño de la misma.
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