Estamos viendo consolidarse la "generación Y". Luego de que durante años nos hablaran de la "generación X", relacionada con los nacidos durante los años Setenta, ahora se nos presenta la "generación Y". Ella está referida (a grandes rasgos) a los nacidos entre 1980 y 2000.
El rótulo se ha fortificado en parte también porque la filóloga, periodista y bloggera cubana Yoani Sánchez, creó un blog llamado "Generación Y". El mismo, por sus crónicas muy críticas respecto de la vida en Cuba, la ha convertido en el dolor de cabeza de la dictadura de ese país, cuyos funcionarios censuran regularmente sus emisiones dentro de la isla. Blog que, por otra parte, la ha hecho merecedora del "Premio Ortega y Gasset" que otorga el diario español El País y figurar en la revista "Time" como una de las 100 personas más influyentes del año 2008. Asimismo, "Time" la ubicó en la lista de los "mejores 25 blogs de 2009".
Todos conocemos exponentes de la "generación Y". Están entre nosotros. ¿Cómo identificarlos? Según Sebastián Vettorello, director ejecutivo de ABC Recursos Humanos, "Las características principales de esta generación están relacionadas con un alto nivel de conocimiento y talento, pero con un bajo compromiso. El mercado de hoy exige conocimiento, sabiduría, tolerancia a la frustración, adaptación a los cambios, estabilidad emocional. No son muchos los integrantes de la generación Y que poseen este combo. Cuando lo encontramos, no lo queremos perder". Según la periodista Jessica Fainsod, ellos "necesitan tiempo para hacer lo que les da placer y a diferencia de sus padres, no organizan su vida alrededor del trabajo. Se los culpa de no comprometerse laboralmente".
Esto a primera vista parece un problema que debería preocupar exclusivamente a los empleadores de los exponentes de esta generación. Pero el intríngulis también se extiende a dichos exponentes. Al menos, según la joven escritora Laura Meradi, que con sus 26 años integra ella misma la generación Y. Advierte a los padres de la misma: "Lo importante es que nos animemos a decir a nuestros hijos que la vida no es como en los jueguitos de la Playstation, donde hay muchas vidas para reponer. Que lo que no se hace o se pierde, no se repone. Que si uno no se formó adecuadamente, quedará fuera del circuito".
No es de extrañar que, dados sus perfiles, esta juventud se entusiasme por un nuevo tipo de héroes que asoman desde la literatura, el cine y la televisión. Seres que, como el televisivo Dr. House, representan la consagración de una heroicidad un tanto cínica y que dicen bastante del mundo en que nos ha tocado vivir.
Afortunadamente, en medio de todo esto, siguen surgiendo héroes al viejo estilo. Como el capitán Richard Phillips, quien enfrentado a piratas somalíes, se entregó a ellos para liberar a la tripulación de su carguero, que llevaba ayuda humanitaria para Kenya. Capitán que como en un filme al modo de los interpretados por viejos héroes de la pantalla (léase Gary Cooper, o John Wayne), fue rescatado en una operación brillante, por los marines norteamericanos.
Reconfortante lo de Phillips. Pero, ¡ay! Phillips tiene 53 años. ¿No era que íbamos a hablar de la generación Y? Bueno, de cualquier manera pronto alguien empezará a comentar que se nos viene encima la generación Z.
El rótulo se ha fortificado en parte también porque la filóloga, periodista y bloggera cubana Yoani Sánchez, creó un blog llamado "Generación Y". El mismo, por sus crónicas muy críticas respecto de la vida en Cuba, la ha convertido en el dolor de cabeza de la dictadura de ese país, cuyos funcionarios censuran regularmente sus emisiones dentro de la isla. Blog que, por otra parte, la ha hecho merecedora del "Premio Ortega y Gasset" que otorga el diario español El País y figurar en la revista "Time" como una de las 100 personas más influyentes del año 2008. Asimismo, "Time" la ubicó en la lista de los "mejores 25 blogs de 2009".
Todos conocemos exponentes de la "generación Y". Están entre nosotros. ¿Cómo identificarlos? Según Sebastián Vettorello, director ejecutivo de ABC Recursos Humanos, "Las características principales de esta generación están relacionadas con un alto nivel de conocimiento y talento, pero con un bajo compromiso. El mercado de hoy exige conocimiento, sabiduría, tolerancia a la frustración, adaptación a los cambios, estabilidad emocional. No son muchos los integrantes de la generación Y que poseen este combo. Cuando lo encontramos, no lo queremos perder". Según la periodista Jessica Fainsod, ellos "necesitan tiempo para hacer lo que les da placer y a diferencia de sus padres, no organizan su vida alrededor del trabajo. Se los culpa de no comprometerse laboralmente".
Esto a primera vista parece un problema que debería preocupar exclusivamente a los empleadores de los exponentes de esta generación. Pero el intríngulis también se extiende a dichos exponentes. Al menos, según la joven escritora Laura Meradi, que con sus 26 años integra ella misma la generación Y. Advierte a los padres de la misma: "Lo importante es que nos animemos a decir a nuestros hijos que la vida no es como en los jueguitos de la Playstation, donde hay muchas vidas para reponer. Que lo que no se hace o se pierde, no se repone. Que si uno no se formó adecuadamente, quedará fuera del circuito".
No es de extrañar que, dados sus perfiles, esta juventud se entusiasme por un nuevo tipo de héroes que asoman desde la literatura, el cine y la televisión. Seres que, como el televisivo Dr. House, representan la consagración de una heroicidad un tanto cínica y que dicen bastante del mundo en que nos ha tocado vivir.
Afortunadamente, en medio de todo esto, siguen surgiendo héroes al viejo estilo. Como el capitán Richard Phillips, quien enfrentado a piratas somalíes, se entregó a ellos para liberar a la tripulación de su carguero, que llevaba ayuda humanitaria para Kenya. Capitán que como en un filme al modo de los interpretados por viejos héroes de la pantalla (léase Gary Cooper, o John Wayne), fue rescatado en una operación brillante, por los marines norteamericanos.
Reconfortante lo de Phillips. Pero, ¡ay! Phillips tiene 53 años. ¿No era que íbamos a hablar de la generación Y? Bueno, de cualquier manera pronto alguien empezará a comentar que se nos viene encima la generación Z.
Por: Alvaro Casal
Fuente: Diario El País "Uruguay"
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