jueves, 11 de junio de 2009

Mas allá de la crisis: la cadena de valor

"Hay riesgos y costos en un programa de acción. Pero son mucho menores que los riesgos y costos de largo alcance que tiene la comodidad de la inacción".
John F. Kennedy

Los argentinos somos especialistas en esto, pero no porque seamos buenos planificando (o previsibles) sino por la capacidad de adaptación, creatividad e improvisación.

Los ciclos se repiten y cada vez son mas cortos, mutan con mayor rapidez y ahora, con el proceso de globalización, la tecnología en comunicaciones y la integración comercial, los ciclos se expanden y propagan de manera inusitada, y su magnitud se hace difícil de ponderar en el impacto y el tiempo.

Respecto del origen y la causa encontraremos distintas interpretaciones desde lo económico, político y social.

Hay quienes las generan como estrategia para resolver situaciones políticas o económico/financieras y otros para producir cambios culturales que de otra manera hubieran demandado décadas. Unos pierden referencia y noción y se esfuerzan en medir sus consecuencias y otros tratan de predecirlas (los gurues).

Esta claro que puede haber un determinado número de variables que no podremos controlar, por ejemplo el de las expectativas que generan los permanentes cambios en los referentes políticos como así también, la mentalidad permanentemente especulativa de quienes sacan la diferencia por el manejo mismo de dichas expectativas.

Es por esto que obtener información y la capacidad de leerla e interpretarla es importante aunque generalmente nos vemos superados por la realidad.

Por tal motivo lo mas sano y práctico es procurar quitarle dramatismo: evitemos en lo posible el stress en la organización veamos en la crisis la gran oportunidad de mejorar nuestros procesos de negocio.

Los anticuerpos para superarla están dentro de nuestro organismo/organización. Es por esto que vale la pena poner el foco en las variables que controlamos, en nuestra propia actividad, empresa, negocio.

Revisemos de manera continua nuestra cadena de valor, la lógica de nuestro negocio.
El mismo dependerá de cómo gestionemos los dos grandes procesos: los flujos de ingreso y de egreso. En general tenemos la propensión a poner el máximo empeño y creatividad en el primero.

Es claro que la madurez de nuestro producto/servicio y cuan fidelizables sean nuestros clientes merecen de toda nuestra atención y es uno de los factores que nos permiten diferenciarnos, ser elegidos y en definitiva clave de éxito.

Ahora bien ante un escenario de crisis de las características descriptas precedentemente concentrémonos también en nuestros flujos de egreso. Es nuestra gente, nuestros propios recursos humanos entrenados, trabajando solidariamente y en equipo los que pueden encontrar la solución y la respuesta a como fortalecer nuestro sistema inmunológico frente a la crisis.-

Consideremos cada parte de este proceso e integremos en el mismo, mas allá de nuestras puertas mentales, a nuestros clientes y proveedores. Involucremos a toda la cadena de valor.

Desarrollemos y abramos rápidamente los canales de comunicación con nuestros clientes y proveedores internos como así también con los externos.-

Entonces el proceso de diferenciación y fidelización será un proceso natural, equitativo, ético. Siendo solidarios y comprometidos, las soluciones irán apareciendo en su justa medida y oportunamente.

Comunicación Efectiva en todos los niveles + Trabajo en Equipo + Liderazgo que asegura el compromiso y el foco en el uso racional y eficiente de los recursos en toda la cadena de valor es lo esencial.-

Hasta la próxima… crisis.

Por: Lic. Marcelo H. Caeiro, MBA

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