viernes, 12 de febrero de 2010

Otros caminos para llegar a Número Uno

Liderazgo, experiencia y resultados son cualidades claves.

Para acceder a los máximos puestos en la carrera corporativa no sólo cuenta la preparación académica y técnica.

La habilidad para el liderazgo y la capacidad de exhibir resultados de gestión resultan tanto o más necesarias que haber pasado por un prestigioso posgrado de negocios.

“Se requiere mucho más que un MBA para presidir una compañía”, sentencia sin dudas Ignacio Marseillan, director para América Latina de la consultora Spencer Stuart. “La ruta para convertirse en presidente es un camino plagado de diferentes obstáculos y situaciones buenas en donde no cuenta sólo la preparación académica y técnica. Primordialmente se considera el estilo de liderazgo y por ende el aspecto personal”, define el consultor.

Para el headhunter estos aspectos tienen que ver con el manejo de las situaciones críticas y la gestión de las personas. “Esto incluye cómo se relaciona con sus pares, sus equipos y sus superiores”, complementa Marseillan.

Cuando Sandra Yachelini ingresó a Siemens, pasó en cuatro años por cuatro áreas distintas, donde, según confiesa, aprendió aspectos comerciales y de marketing que posiblemente hubiera adquirido en una maestría. Al tiempo, se unió a IBM y luego de rotar por varios sectores, accedió a una gerencia.

“Posiblemente ese era el momento de hacer un posgrado. Sólo que por alguna razón de coyuntura, crecí de manera rápida y tuve que adquirir conocimientos para poder mantenerme por mis propios medios en ese puesto, accedí a una posición regional y era imposible estudiar por una cuestión de tiempos”, relata Yachelini, que hoy es directora general de Microsoft para Argentina y Uruguay y se encuentra en su tercera posición como gerente general.

“Es cierto que en la actualidad un ejecutivo tiene la necesidad de mantenerse actualizado de la misma forma en que lo hacen un médico o un abogado, pero no creo que sea indispensable para ser presidente. Existen numerosos ejemplos de gente exitosa que no ha pasado por un posgrado”, puntualiza Alberto Pizzi, que sin contar con posgrados, es Presidente de Kraft Foods Cono Sur, con 3.600 personas a su cargo en 4 países.

Para Carlos Haehnel, que tampoco tiene un título de posgrado y hoy es CEO de Deloitte para Argentina y Latco, existe una suerte de falacia en creer que el diploma habilita al ejecutivo para todo: “El título da prueba o fe de que la persona se preparó, pero a eso le siguen la impronta personal, las ganas, el esfuerzo y la dedicación a la carrera corporativa. Un título, de por sí, no es garantía de nada si no viene acompañado por el resto de elementos”, describe Haehnel, que también fue durante 25 años profesor universitario.

Pizzi reconoce que él no hizo un posgrado porque su función laboral le indicó otras prioridades.

“Yo estudié Administración de Empresas mientras trabajaba. Al ir asumiendo rápidamente mayores responsabilidades a nivel ejecutivo en las empresas en que me desempeñaba, no me dejó tiempo para incrementar mi capacitación”, manifiesta el directivo.

“Lo cierto es que cualquier organización que se jacte de ser seria compra resultados y no currículos”, sentencia, por su parte, el número uno de Deloitte.

El valor de la experiencia La capitalización del a experiencia es clave para en las carreras de ejecutivos “autodidactas”. “A mí me tocó ser gerente de Producto en Gillette en la época de la hiperinflación o hacer un start up de una corporación a temprana edad. Estas son experiencias que moldean a un ejecutivo y le permiten ir adquiriendo el seniority necesario para liderar una empresa”, ilustra Pizzi.

En este sentido, Marseillan pone foco en las competencias que los ejecutivos desarrollan a partir de pasar por esas vivencias: “Hoy en día de diez requisitos que un cliente me pide, nueve son actitudinales y solo uno contempla la formación o estudio”, precisa el consultor que supervisa las búsquedas de gerentes generales en seis países de América Latina. “Todavía no escuché a mis clientes pedirme que su próximo CEO tenga un posgrado”, asegura.

Otra alternativa de formación son los cursos sobre temas específicos que también se dictan en escuelas de negocios del exterior, aunque no son específicamente maestrías.

“En las corporaciones grandes se invierte mucho en entrenamiento y formación de líderes. Entonces, pude suplir los conocimientos y habilidades que te da un posgrado con módulos y cursos para ejecutivos senior en temas como recursos humanos, finanzas y estrategia”, cuenta Yachelini.

En esta línea, Haehnel realizó un curso de Management en la universidad de Columbia: “Además hice otras actividades de formación en el exterior, por eso creo que tener un posgrado no necesariamente es un requisito indispensable para acceder a las altas posiciones de management”, agrega el ejecutivo.

Fuente: Diario Clarin

No hay comentarios: