martes, 20 de abril de 2010

Talento es lo que sobra

El talento superior no se detecta en la selección. Es la amalgama entre individuo y empresa lo que le permite surgir.

Los procesos de selección, cada vez más rigurosos y sofisticados, solo pueden detectar candidatos término medio. Dicho de otra manera, durante la etapa de selección no puede detectarse a una persona con talento superlativo.

Seguramente, usted también vivió una situación de este tipo. Si fue elegido, tenga la certeza de que fue porque la empresa detectó en usted un talento medio. Si no lo fue, póngase contento: fue su talento que lo dejó fuera de esa posición en la empresa.

Las compañías definen procesos estándar de selección de personas.

Si al talento no se lo puede definir o materializar, ¿cómo podrían definir, entonces, un proceso para detectarlo? Sería una absoluta falacia. El talento no está en el "ojo del observador".

El Candidato Adecuado

Indudablemente son los procesos bien estructurados los que permitirán la identificación del potencial candidato, del que resultará más adecuado, según sus competencias y compatibilidades.

Conocer los perfiles de preferencias de las personas nos permitirá deducir en cuál hábitat será más factible que aflore el talento de cada uno.

Lo mismo cabe pensar de los postulantes: cuando opten por un trabajo, sabrán que la mayor posibilidad de éxito será directamente proporcional al grado de coincidencia entre las expectativas y la realidad que les toque enfrentar.

Competencias son aquellas que el individuo debe tener para poder cumplir con la función que el puesto requiere. En este sentido, corresponde evaluar su formación académica, su experiencia, sus conocimientos específicos, su estilo de liderazgo y todas aquellas cuestiones de la persona relacionadas con el puesto.

Compatibilidades son aquellas que deben considerarse respecto de la relación del individuo con el entorno. Son las cuestiones más profundas a las que nadie está dispuesto a renunciar. En este sentido, será importante analizar los valores del postulante, la calidad de vida soñada o el sentido que tienen para la persona el trabajo y el medio ambiente, entre otras cuestiones.

Amalgama

Es la amalgama perfecta entre el individuo y la empresa la que puede hacer que el talento aflore.

Es aquí donde el rol fundamental corresponde al jefe. El talento se demostrará en el desempeño de la función, a partir del día después de haber finalizado el proceso de selección. Ni un minuto antes, como todos sueñan, ni en el transcurso de la elección del candidato.

El director norteamericano James Ivory --realizador de Lo que queda del día --respondió a un pe- riodista acerca de la detección del talento de aquellos artistas ignotos que se presentan a un casting: "Lo que ocurrió con Hugh Grant fue curioso. Hizo una prueba para la película Un amor en Florencia, papel que terminó en manos de Daniel Day Lewis. Hugh siempre me cuenta que en aquella oportunidad lo descarté en 30 segundos. El siguiente casting que hizo conmigo fue para Maurice. Allí, también bastaron 30 segundos, pero esta vez, para que quedara en el elenco. Fue su primer protagónico". El talento de Grant y la persona del evaluador eran los mismos en los distintos castings. Sin embargo, en una oportunidad fue un rotundo ¡no! En la otra, un rotundo ¡sí! James Ivory remata diciendo: "Siempre asumo que quien se presenta ante mí en un casting tiene talento".

Talento es lo que nos sobra, todos podemos destacarnos en algún aspecto de la vida. O lo descubrimos por casualidad o alguien es el descubridor. Salieri, el músico de la Corte de Austria contemporáneo de Mozart, jamás le tuvo envidia al prodigioso compositor, sino a su padre, el descubridor, que le había enseñado todo. Cuando Salieri jugaba al gallito ciego, Mozart interpretaba ante el mismísimo Papa, en Roma ... Nadie puede descubrir su propio talento a los 5 años ...

Por: PorRoberto Vola-Luhrs - Fuente: IECO

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