¿Innovan los empleados? Las empresas punteras lo tienen muy claro, y por ello invierten recursos y esfuerzos en promover una cultura de empresa, en la que la participación activa de todos los empleados sea una realidad.
Empezamos a tener claro que innovar, no es patrimonio de unos cuantos científicos e investigadores académicos; afortunadamente un fracasado escolar como fue Henry ford, puede innovar en cualquier actividad.
Relacionamos la innovación con las tecnologías, y olvidamos el componente creativo, necesario para el nacimiento de cualquier idea.
Por ello, los equipos directivos, que tienen muy asumida la cultura de la excelencia en la empresa, a través de un estilo de liderazgo democrático, afiliativo y empático, crean un buen clima laboral con la intencionalidad de provocar la participación y el compromiso de todos los empleados.Los empleados que pueden comunicar, abiertamente, a los equipos directivos sus opiniones respecto al funcionamiento de la empresa: manejo y utilización de herramientas y máquinas, organización del trabajo, etc., aportan muy buenas ideas, que nacen de la experiencia laboral y de la inteligencia natural.
La cultura de la "titulitis", está muy arraigada en la sociedad, en general, y en los equipos directivos de las empresas.
El título, tiene importancia, no cabe duda, pero no es garantía de un conocimiento competitivo y rentable.
¿Qué rentabilidad genera un profesor, con muchos conocimientos teóricos, si no es capaz de transmitirlos a sus alumnos eficazmente?
Recuerdo a un profesor de matemáticas, con aire de investigador, que presumía de suspender a casi todos los alumnos. Poco rendimiento aportaba este profesional de la enseñanza, en la empresa en la que trabajaba (instituto de bachillerato); ni su título, ni su plaza de funcionario, era garantía de un rendimiento óptimo.
Empezamos a preocuparnos ante la pérdida de rentabilidad en nuestras empresas, y creemos que la innovación puede ayudarnos a superar tal situación.
Si profundizamos en la intrahistoria de muchas empresas, públicas y privadas, y de todos los sectores productivos, nos percatamos que lo que realmente no funciona son los MÉTODOS DE TRABAJO Y DE APRENDIZAJE.
El éxito, de la herramienta estratégica de gestión empresarial, llamada COACHING, es la METODOLOGÍA que utiliza. No estamos acostumbramos, y lo más grave, rechazamos, los métodos ambiguos. Partimos de la creencia de que todo hay que medirlo, paso a paso, con un enfoque científico puro, donde no cabe la intuición y mucho menos la emoción.
Olvidamos que no sólo tenemos una inteligencia matemática, también tenemos una inteligencia emocional.Desde mi punto de vista, estamos demasiado encorsetados en un concepto de APRENDIZAJE estandarizado, y en un sistema de organización del trabajo acartonado.
Publicado por MANUEL LOPEZ JEREZ en
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