viernes, 21 de noviembre de 2008

Decidir en tiempo de crisis

No negar la crisis y anticipar las oportunidades que surjan incrementará el poder personal en tiempos difíciles.

Cuando las crisis nos amenazan tendemos a pensar que, para lograr nuestros propósitos, lo que debería cambiar es el contexto. Este pensamiento, de carácter emocional, nos conduce al primer error: el contexto hará lo que él quiera sin preguntarnos si nos gusta o no; y si lo hace hacia donde menos nos gusta, no sólo no diseñaremos conductas adaptativas sino que, además, nos llenaremos de resentimiento y queja, generando un circuito negativo que disminuirá nuestro poder personal.

Lo que en situaciones de crisis sí se requiere es de toda nuestra capacidad para desarrollar actitudes y conductas contraintuitivas. Esto implica que, mientras aceptamos los sentimientos que inevitablemente nos invadirán –ansiedad, temor, depresión, retracción o impulsos a actuar– podamos comportarnos independientemente de ellos.

DECISIONES DE CALIDAD

¿Qué podemos hacer para mejorar la calidad de nuestras decisiones en situaciones de crisis? Aquí, tres pasos técnicos básicos.

· Aceptar las crisis como tales. A muy poca gente le gusta sufrir. La gran mayoría detestamos el sufrimiento y mucho más el sufrimiento sin sentido. Tanto, que a la hora de percibir su amenaza nos angustiamos y hasta preferimos negarlo.

El problema es que resulta imposible gestionar lo que para nuestra percepción simplemente no existe. Así, realizamos un pésimo negocio, dado que para negar el peligro pagamos un alto precio en energía que podría ser muy útil para otros fines más constructivos, como resolver las causas de ese peligro.

· Minimizar su impacto negativo: sólo quien acepta algo está en condiciones de gestionarlo, y en una crisis lo primero que se deben gestionar son los muros de contención. Las crisis suelen expandir sus efectos perniciosos porque encuentran terreno fértil para lograrlo. Los muros de contención ayudan a limitar los daños y el primero que debe construirse es contra el pánico. Evitar el silencio y el aislamiento, dar lugar a la expresión de las emociones sin permitirles la dominación de nuestro espíritu y dar paso al pensamiento reflexivo, es una forma de canalizar el temor en hechos constructivos.

OPORTUNIDADES

El tercer paso es anticipar las oportunidades: que las crisis generan oportunidades es un dicho tan repetido como inexacto.
· Lo que nunca se explica suficientemente es que las oportunidades no están en las crisis, sino que derivan de la capacidad de hacer una lectura diferencial de lo que está sucediendo. Lograrlo requiere capacidad y preparación.
· Sobre la base de experiencias y sentimientos vividos, cada uno de nosotros crea una serie de "moldes" a partir de los cuales tendemos a contarnos la vida y a abordar las situaciones. Estos modelos mentales, que fueron eficaces en el pasado, no siempre son adecuados para resolver los problemas actuales y futuros o para percibir las oportunidades que surgen.
· Mantener conversaciones fértiles –en el marco del coaching– y desafiar aquellos aspectos de nuestros modelos mentales que no nos ayudan a descubrir oportunidades y nos impiden manejar las variables del ambiente, llegando a amenazar nuestra salud y la de quienes nos rodean, nos ayuda a ampliar nuestras posibilidades de visión e incrementan nuestro poder personal.

Fuente: www.empleos.clarin.com

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