Es básicamente el proceso que nos permite ser dueños de nuestro propio destino.
Es adquirir a través del conocimiento la confianza en las propias capacidades y el poder interior necesario para afrontar los desafíos, adaptarse a los cambios, innovar y progresar.
Hoy la sociedad del conocimiento por la que transitamos nos exige la autocrítica constante y el desafío de aceptar la de los demás, la autoresponsabilidad, la autodisciplina, la reflexión y análisis rápidos y contundentes; y por sobre todo el accionar, gestionar, hacer, crear, negociar, olvidarnos de la cómoda pasividad e indeferencia.
Empowerment es dar y adquirir en forma continua y permanente el poder del conocimiento.
Es una oportunidad para aquellos jóvenes proactivos y que tienen ganas de desarrollarse para demostrar al mundo que pueden llevar adelante grandes emprendimientos y cumplir con objetivos organizacionales, a través de decisiones propias y revolucionarias a tal punto que en un principio puedan resultar disparatadas.
Quien no ha exclamado en algún momento hirientes palabras como: “la juventud de hoy está perdida”, ya que nos encontramos con ciertas escenas no muy gratas a la vista, pero lejos de ser ofensivas deberíamos tomarlas por retadoras, para mostrar lo ingeniosos y capaces que podemos ser.
Yo como parte de ese grupo y por sobre todo como parte del futuro, quiero a través de ésta nota no sólo informar sobre el empowerment y su alentador significado, sino provocar a aquellos jóvenes temerosos a hacer algo, a tomar sus propias decisiones, a sostener sus puntos de vista, a informarse, a ser implacables autocríticos y exigentes consigo mismos para ser mejores cada día y poder reestablecer la confianza de los demás.
Y por último explotemos el empowerment para seguir creciendo y lograr el desarrollo profesional sin olvidarnos de ser fieles a nuestros principios y valores.
Nuestro desarrollo profesional no puede estar desligado de la ética.
Publicado por: Romina Ramonda
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