martes, 24 de febrero de 2009

El rol del directorio durante la crisis

Uno de los aspectos que ha agravado la crisis global es la incapacidad de muchas corporaciones para administrar eficazmente sus riesgos, subestimando sus efectos. Restaurar la confianza en los mercados de capitales requerirá nuevos enfoques para la gestión eficiente de riesgos, los cuales deberán ser abordados directamente por los directorios de las empresas, a fin de integrarlos a sus estrategias corporativas.

No se trata de implantar más procesos, sino de ejercer una actitud vigilante y permanente para identificar, medir y reportar los riesgos. La capacidad profesional del directorio es importante, pero igual de relevante es la firme voluntad de sus miembros para evaluar los riesgos que enfrenta la organización, llegando inclusive a cuestionar la validez de sus modelos de negocios. ¿Qué es lo que realmente genera la rentabilidad de tal operación? ¿Cuál es la estructura de incentivos en tal negocio? ¿Qué entorno competitivo amerita aceptar tal nivel de riesgos?, son preguntas que deberían estar presentes en una sesión típica de directorio.

Otra medida urgente es reforzar la transparencia. La crisis ha puesto en evidencia la falta de información relevante y confiable al mercado. Sin esta, es imposible entender las condiciones económicas y los riesgos que enfrenta una compañía. Más que cantidad, lo que el mercado necesita es calidad de información. Las empresas deben comunicar a sus inversionistas y partes interesadas, incluyendo a los reguladores, las consideraciones estratégicas y operacionales que manejan, y la naturaleza de sus riesgos y cómo los administran.

En los últimos años el mundo ha experimentado un enorme incremento en los flujos de capitales y de recursos humanos, el desarrollo de la tecnología ha sido vertiginoso, han aparecido nuevos y complejos instrumentos financieros, y la sofisticación y velocidad de las transacciones es cada vez mayor. Todo ello ha producido cambios profundos en la forma de hacer negocios, creando retos complejos. Sin embargo, los sistemas de control interno y de gestión de riesgos no han evolucionado a la par, no se ha divulgado toda la información clave ni se ha sido totalmente transparente con el mercado; y, para ponerle la cereza al pastel, tampoco ha sido suficiente la actitud proactiva y vigilante de muchos directorios de grandes corporaciones.

En un mundo interconectado e interdependiente, la actual crisis global pone sobre el tapete la necesidad de un cambio profundo en el rol que deben cumplir los directorios para prevenir crisis similares. El mundo necesita recuperar la confianza en las empresas, y no todo depende del Estado ni de los reguladores. Es fundamental que los propios directorios reevalúen su rol, promoviendo un buen gobierno corporativo, mejorando la gestión de riesgos y asegurando la transparencia en las empresas. ¿El resultado? Un funcionamiento saludable y eficiente de los mercados.

Por: Jorge Medina Contador - Socio de ERNST & YOUNG

Fuente: Diario El Comercio (Perú)

No hay comentarios: