En tiempos adversos, destacar los aspectos positivos ayuda a fomentar las iniciativas innovadoras de los colaboradores.
Luego de leer las crónicas del partido Argentina-Francia, algunas frases tienen una significación que van más allá del partido: "Maradona despertó el espíritu dormido"; "La integración colectiva, uno de los secretos de la selección"; "Otra Argentina es posible"; "Uno de los motivos, quizás el principal, por los que Argentina le ganó a Francia fue la actitud arrolladora, nada de caminar la cancha como contra Chile"; "Ahora siento la confianza de Diego y de mis compañeros".
La selección estaba en crisis y parece estar dando los pasos adecuados para superarla.
Actitud, integración y confianza son valores que permiten desplegar las potencialidades y lograr una realidad diferente.
Tanto en los deportes como en los negocios, los patrones de triunfo y fracaso son similares.
Los ciclos de crecimiento generan optimismo, mientras que los ciclos de deterioro propician el pesimismo.
La crisis actual no sólo adormece los espíritus de las organizaciones, sino que afecta negativamente el estado de ánimo y los estados de ánimo son contagiosos.
En los tiempos actuales de crisis, los resultados de las empresas no son los esperados y se sufren pérdidas. El pesimismo -la sensación de ser víctimas de fuerzas incontrolables del entorno- hace que los individuos arrastren a otros hacia abajo , viendo lo peor en todo u oponiendo resistencia a las ideas de otros, pero sin proponer nada. Disminuye la iniciativa, desaparece la innovación, los problemas no se solucionan y las oportunidades -que siempre las hay- no se aprovechan.
En este escenario, las personas dejan de comunicarse; empiezan a esconder la información; pierden el respeto por los demás y por ellas mismas; se esconden tras las puertas de sus oficinas o departamentos; adoptan una actitud pasiva y responden negativamente ante las nuevas ideas.
Hoy las organizaciones tienen que enfrentar un partido difícil : ver de dar una respuesta adecuada a la situación de crisis.
¿Qué deben hacer entonces los directores técnicos de las organizaciones, sus ejecutivos, para enfrentar con éxito la crisis?
Reforzar la confianza al máximo. Cuando se puede confiar en sí mismo y en los demás para asumir responsabilidades, colaborar y tomar iniciativas, los partidos se pueden ganar.
El clima de confianza refuerza la actitud positiva, posibilita la integración y despierta el espíritu.
Cuando las personas confían unas en otras se libera energía, se detectan los problemas con más rapidez, no temen a posibles ataques entre ellas, se inician más proyectos, se alimentan más innovaciones y se realiza más trabajo.
La confianza es una expectativa de éxito que genera motivación, deseo, esfuerzo y energía. La confianza es el resultado de tener autoridad, de contar con otras personas que apoyan al líder en su ejercicio del poder. Cuando las personas tienen confianza realizan el esfuerzo necesario en lugar de tirar la toalla , insisten más en su actuación. Los entrenadores ganadores cultivan esa voluntad de seguir adelante.
¿Cómo generar confianza en este contexto?
1) Saque a la luz los hechos incuestionables y consiga que todo el mundo entable un diálogo sobre ellos.
2) Fomente la responsabilidad personal y grupal. Enfrente los hechos con honestidad, sea capaz de admitir errores y haga algo.
3) Estimule la colaboración. La confianza se construye cuando uno puede contar con las personas de su alrededor y cuando ellas sienten que pueden contar con uno. Tan sencillo como eso. Respete a las otras personas por sus fortalezas.
4) Impida que se culpen unos a otros. Cuando se analicen resultados, en caso de que haya un problema, que emprendan acciones para abordarlo; no permita que gasten energías en quejarse o culparse.
5) Estimule la iniciativa. El equipo ganador es el que lleva más la iniciativa, y la iniciativa conduce a la innovación. Que todos sientan que tienen permiso y estímulo para proponer cosas, que pueden contribuir con algo, aunque sea pequeño o grande. Esto puede marcar una diferencia en los resultados.
6) Destaque las características positivas de la organización -sus productos, servicios, casos de éxito, sus empleados con talento-. No se debe subestimar nunca el poder de los sentimientos positivos. Al destacar los aspectos positivos se ofrece a las personas que integran la organización, esperanza para el futuro, lo que permite reducir los sentimientos negativos que dificultan la innovación.
Y un tema más: no tiene que ser Maradona para lograrlo.
Por: Gustavo Torres García - CEO de Torres García
Fuente: Diario La Nación
Luego de leer las crónicas del partido Argentina-Francia, algunas frases tienen una significación que van más allá del partido: "Maradona despertó el espíritu dormido"; "La integración colectiva, uno de los secretos de la selección"; "Otra Argentina es posible"; "Uno de los motivos, quizás el principal, por los que Argentina le ganó a Francia fue la actitud arrolladora, nada de caminar la cancha como contra Chile"; "Ahora siento la confianza de Diego y de mis compañeros".
La selección estaba en crisis y parece estar dando los pasos adecuados para superarla.
Actitud, integración y confianza son valores que permiten desplegar las potencialidades y lograr una realidad diferente.
Tanto en los deportes como en los negocios, los patrones de triunfo y fracaso son similares.
Los ciclos de crecimiento generan optimismo, mientras que los ciclos de deterioro propician el pesimismo.
La crisis actual no sólo adormece los espíritus de las organizaciones, sino que afecta negativamente el estado de ánimo y los estados de ánimo son contagiosos.
En los tiempos actuales de crisis, los resultados de las empresas no son los esperados y se sufren pérdidas. El pesimismo -la sensación de ser víctimas de fuerzas incontrolables del entorno- hace que los individuos arrastren a otros hacia abajo , viendo lo peor en todo u oponiendo resistencia a las ideas de otros, pero sin proponer nada. Disminuye la iniciativa, desaparece la innovación, los problemas no se solucionan y las oportunidades -que siempre las hay- no se aprovechan.
En este escenario, las personas dejan de comunicarse; empiezan a esconder la información; pierden el respeto por los demás y por ellas mismas; se esconden tras las puertas de sus oficinas o departamentos; adoptan una actitud pasiva y responden negativamente ante las nuevas ideas.
Hoy las organizaciones tienen que enfrentar un partido difícil : ver de dar una respuesta adecuada a la situación de crisis.
¿Qué deben hacer entonces los directores técnicos de las organizaciones, sus ejecutivos, para enfrentar con éxito la crisis?
Reforzar la confianza al máximo. Cuando se puede confiar en sí mismo y en los demás para asumir responsabilidades, colaborar y tomar iniciativas, los partidos se pueden ganar.
El clima de confianza refuerza la actitud positiva, posibilita la integración y despierta el espíritu.
Cuando las personas confían unas en otras se libera energía, se detectan los problemas con más rapidez, no temen a posibles ataques entre ellas, se inician más proyectos, se alimentan más innovaciones y se realiza más trabajo.
La confianza es una expectativa de éxito que genera motivación, deseo, esfuerzo y energía. La confianza es el resultado de tener autoridad, de contar con otras personas que apoyan al líder en su ejercicio del poder. Cuando las personas tienen confianza realizan el esfuerzo necesario en lugar de tirar la toalla , insisten más en su actuación. Los entrenadores ganadores cultivan esa voluntad de seguir adelante.
¿Cómo generar confianza en este contexto?
1) Saque a la luz los hechos incuestionables y consiga que todo el mundo entable un diálogo sobre ellos.
2) Fomente la responsabilidad personal y grupal. Enfrente los hechos con honestidad, sea capaz de admitir errores y haga algo.
3) Estimule la colaboración. La confianza se construye cuando uno puede contar con las personas de su alrededor y cuando ellas sienten que pueden contar con uno. Tan sencillo como eso. Respete a las otras personas por sus fortalezas.
4) Impida que se culpen unos a otros. Cuando se analicen resultados, en caso de que haya un problema, que emprendan acciones para abordarlo; no permita que gasten energías en quejarse o culparse.
5) Estimule la iniciativa. El equipo ganador es el que lleva más la iniciativa, y la iniciativa conduce a la innovación. Que todos sientan que tienen permiso y estímulo para proponer cosas, que pueden contribuir con algo, aunque sea pequeño o grande. Esto puede marcar una diferencia en los resultados.
6) Destaque las características positivas de la organización -sus productos, servicios, casos de éxito, sus empleados con talento-. No se debe subestimar nunca el poder de los sentimientos positivos. Al destacar los aspectos positivos se ofrece a las personas que integran la organización, esperanza para el futuro, lo que permite reducir los sentimientos negativos que dificultan la innovación.
Y un tema más: no tiene que ser Maradona para lograrlo.
Por: Gustavo Torres García - CEO de Torres García
Fuente: Diario La Nación
1 comentario:
Verdad hubo cambios..todos hablan de futb pero tbn son otras cuestiones las que estan en juego! Esta muy buena la inf.
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