miércoles, 24 de febrero de 2010

Planificación Estretégica de Recursos Humanos

El pensamiento estratégico, las herramientas y la metodología de la "Planificación Estratégica", ayuda en el arranque de los equipos de planeación al determinar los principios y valores de la empresa, así como la dirección estratégica en la que deben moverse todos los niveles de la institución o empresa que deben contribuir con el proceso de planificación estratégica.

Asimismo, la herramienta para establecer un enfoque acerca de las posiciones que la empresa requiere alcanzar en áreas tales como mercados, productos y servicios futuros, tecnología, desarrollo humano y previsiones financieras, para todos los directivos de la empresa que necesita enfocarse en el futuro.

Una metodología para obtener resultados notables a corto plazo con base en lo planeado y a lo específico aunque cambia el énfasis en cada aplicación particular, todos los directivos, tienen el interés común de hacer que los procesos de planeación estratégica y táctica funcionen en sus áreas de responsabilidad.

Es importante destacar, que el proceso de planificación estratégica, fue necesidad de las organizaciones involucradas en esfuerzos de cambio planeado, como guía para un cambio efectivo; en esta materia el alumno logrará una comprensión general del proceso de planeación estratégica, por qué es necesario la planeación estratégica y por qué ofrece ventajas distintas sobre cualquier modelo alternativo, cómo se debe aplicar, y permite el manejo exitoso del proceso de planificación de una organización, y contribuye significativamente a la implementación exitosa del plan estratégico final.

La planificación estratégica implica un cambio que va del enfoque de apagar incendio y manejar la crisis hacia una consideración proactiva del futuro y una forma de pensamiento dirigido a adelantarse a las jugadas del oponente, considerando a este como "el proceso por el cual los miembros guía de una organización anticipan su futuro y desarrollan los procedimiento y operaciones necesarios para lograrlo", en el turbulento entorno de hoy, permite que la organización se haga cargo de su propio destino y cree su propio futuro en vez de esperar pasivamente a que llegue.

Igualmente en todo proceso estratégico es importante conocer:

QUE la gerencia estratégica no es un evento o un plan o una guía general de conducta. Más bien, se trata de un núcleo de valores, directrices y actividades que forman el corazón de un proceso que guía e inspira toda actividad corporativa.

La estrategia corporativa se refleja en todas partes: en la conducta gerencial cotidiana, en las prioridades financiera de la empresa, en los planes de mercadeo, en la capacidad productiva en plantas y en el compromiso hacia la calidad y los programas de aprendizaje continuo por parte de la gente.

La gerencia estratégica tiene que ver tanto con lo que se hace como con lo que se rechaza y lo que no se hace. La estrategia define la línea de conducta y el estilo corporativo. Este proceso debería eliminar la gerencia por caprichos.

La estrategia corporativa prospera gracias a la voluntad y constancia de la persona que está al timón. Por ser un proceso basado en la disciplina, debe ser el primero disciplinado. Lo opuesto a este enfoque es la gerencia por gente que juega poker con la gente, con la información a su disposición y con la toma de decisiones. Sin un anclaje en los valores claves no hay gerencia estratégica.

COMO este es un proceso fascinante que consta de muchas fases de estudio y reflexión en zig zag y no en forma lineal (caminante no hay camino...). Un buen guía externo, que sirva de baqueano, acompañante y monitor, realizador, es casi imprescindible en este proceso. Este guía debe saber de mercadeo, gente, competitividad y, tal vez de poker o ajedrez.

Como lo afirma Yehezkel Dror, en su libro "El arte de una gran visión", el rigor y la disciplina del equipo de la alta gerencia, ensayando y perfeccionando los planes y programas de la estrategia son tan importantes como la puntería conceptual de la misma estrategia.

CUANDO en épocas de turbulencia, contar con una buena estrategia es como navegar con un faro iluminando el camino. Esto es particularmente cierto cuando su organización, industria o la situación económica general está cambiando y existen problemas como oportunidades en la ruta.

PORQUE un barco sin rumbo que anda a todo vapor se pierde rápidamente. El rumbo es la estrategia que le da dirección y sentido a toda actividad corporativa.

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