domingo, 4 de abril de 2010

El gerente de proyecto

Las empresas ganan mercado implementando proyectos exitosos. Pero un proyecto implica un cambio que necesita ser liderado. Cuáles son las habilidades necesarias para hacerlo con éxito.

En mercados competitivos las empresas deben adaptarse al cambio o generarlo, y para ello implementan proyectos. A diferencia de las operaciones rutinarias de una empresa ­producción, administración y ventas y distribución­, la implementación de proyectos exitosos es la forma en que las empresas se posicionan y ganan mercado.

Los directivos de las empresas se enfrentan continuamente a la incertidumbre de que dichos proyectos se ajusten a los plazos requeridos y cumplan con los presupuestos y el nivel de calidad previstos.

De la misma forma en que la humanidad ha transitado por períodos de grandes crisis y cambios sociales en donde siempre existieron líderes, un proyecto es la implementación del cambio en una empresa, y ante cualquier cambio se necesita un líder.

Si bien una empresa puede decidir y seleccionar qué proyectos implementar para concretar su estrategia, el principal factor de éxito es la ejecución: el equipo del proyecto y su líder son los que hacen que las cosas sucedan, los que conducen a la organización del escenario A al escenario B. Estrategia es igual a ejecución: grandes ideas y acciones pierden sentido si no se implementan con rapidez y eficiencia.

Un jefe surge por nombramiento; un líder surge por medio del reconocimiento de un grupo. El gerente de proyecto debe ser un líder: una de sus responsabilidades es definir y comunicar la visión del proyecto y ayudar a su equipo a llegar a ella.

Hay una tendencia en el mercado a seleccionar a los gerentes de proyecto solamente por sus habilidades técnicas o por su experiencia en los entregables a construir. Si bien la experiencia y las habilidades técnicas son importantes, nunca reemplazan la función de líder.


Características

¿Cuáles son las características de liderazgo en un gerente de proyecto?

* Habilidad para definir una visión y transmitirla: ¿Cuál es el camino desde el escenario A hacia el B que debe recorrer nuestro proyecto? ¿Cómo llegamos a él?

* Excelencia en relaciones personales: el liderazgo no tiene nada que ver con el cargo o el título, se demuestra con las relaciones interpersonales. Un buen líder cumple promesas, escucha atentamente, dice la verdad, fomenta el respeto y logra relaciones de confianza, duraderas y genuinas.

* Excelencia en las actividades básicas del día a día: actúa apasio- nadamente, es optimista, motiva y valora a su gente, demuestra sus valores en pequeños actos con todos, todo el tiempo (honestidad, coraje, perseverancia, lealtad, humildad). Es eficiente en forma personal: se enfoca en lo valioso, prioriza, reclasifica las metas, tiene momentos de reflexión.

* Persistencia y poder de persuasión: un problema en el camino no significa parar el proyecto. Sigue el objetivo original, se aferra al plan. Posee habilidad para motivar. Crea una atmósfera de colaboración: fomenta y administra la creatividad, provoca tormentas de ideas, resuelve problemas, juega en equipo.

* Convivencia con la incertidumbre y el riesgo: nunca se da el 100% de las condiciones que queríamos para nuestro proyecto. Siempre hay algo que no es ideal, un riesgo, algo imperfecto. Un buen líder sabe manejar la incertidumbre y vivir con ella.

* Conciencia social: el proyecto contribuye a la organización, la organización contribuye a la sociedad. Si esos tres elementos (proyecto, organización, sociedad) no están alineados, ¿para qué trabajamos? Una empresa no es simplemente una entidad solitaria que interactúa con pares, sino que se encuentra dentro de una sociedad, dentro de un contexto del que es parte. Si el proyecto no tiene valores que exceden al ámbito comercial, le falta algo. Es un orgullo generar proyectos exitosos, pero mucho más satisfactorio es poder compartirlos con la comunidad.

Por: José Esterkin (profesor de Project Management MBA en la Univ. de San Andrés)

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