domingo, 31 de octubre de 2010

El jefe tiene una tarea más: motivar

Es una función indelegable que no puede recaer en el sector de recursos humanos

La crisis económica por la que atraviesa Europa termina desembocando en altas tasas de desempleo, lo que produce un clima de incertidumbre y desmotivación de los empleados en la mayoría de las empresas. He aquí una descripción perogrullesca si la observamos desde la perspectiva de nuestros sucesos nacionales.

Tal vez en esta oportunidad podamos aportar nuestra experiencia al Viejo Mundo: es una película que, por desgracia, ya conocemos. Las voces y los planteos que aparecen replican frases que surgen de la crispación, y se entiende que pueda dar lugar a confusiones. Una consultora española en gestión de recursos humanos, Carme Castro, realizó unas declaraciones que fueron tomadas por los medios, donde dice que el departamento de recursos humanos "es una pieza clave en los procesos motivacionales de la empresa y su responsabilidad es impulsar actitudes positivas que ayuden a recuperar la motivación de los equipos en un entorno de crisis". Es mucho. Demasiado.

Afirmaciones de este tipo generan turbaciones y desvíos, difíciles de reparar a posteriori porque se interpretan literalmente y a modo de slogan, por lo que vale la pena detenerse a analizarlo antes de incorporarlo como verdad revelada.

El departamento de recursos humanos es, por lo general, un área de asesoramiento interno. La gestión propiamente dicha ? esto es, el vínculo entre un empleado o un grupo de empleados? se asienta sobre el tipo de relación que cada uno mantiene con su jefe o supervisor. Aunque se instale el mejor conjunto de profesionales del planeta dentro del departamento de recursos humanos nada podrá hacerse si los supervisores, cualquiera que sea su nivel, no contribuyen activamente a mantener relaciones fluidas, abiertas, claras, con las personas que les ha tocado trabajar. Hay una decisión de liderar de una u otra forma.

Pongamos por caso una organización que cuente con las mejores políticas de recursos humanos respecto de la administración de las remuneraciones y beneficios, planes de capacitación razonables, interesantes e intensivos, medio ambiente confortable, higiénico y sin riesgos de accidentes. Ninguno de estos recursos compensa el enfrentarse cara a cara con un supervisor despótico, inseguro o cualquier otro rasgo negativo que convierta el lugar de trabajo en un padecimiento.

Atribuir la responsabilidad de la motivación en el trabajo a otra área es un medio muy eficaz para sacársela de encima. Los asesores internos tienen la responsabilidad ineludible de trabajar junto a cada jefe o supervisor para que encuentre los caminos personales y organizacionales que abran las posibilidades de motivación, no siempre sencillas ni fáciles de aplicar, pero que exigen un pensamiento específico. De aquí que los profesionales de recursos humanos no pueden permitirse enfoques adocenados o simplistas, sino por el contrario adecuarse a las múltiples necesidades del conjunto de una organización dentro de una sociedad. Para eso se forman como tales y el respeto que se ganen estará afirmado sobre valores morales, operativos y, muy especialmente, intelectuales. En este sentido sí son responsables, pero siempre de manera indirecta, precisamente por aquello de que el ejercicio del liderazgo es indelegable.

Por: Jorge Mosqueira.

Fuente: Diario La Nación

3 comentarios:

direccion recursos humanos dijo...

Muy interesante aporte. Hay que tener en cuenta que los empleados son el capital más importante que tiene una empresa y es imposible alcanzar el éxito empresarial sin la adecuada gestión sobre ellos. Diseñar estrategias de motivación será fundamental pues un empleado feliz trabaja mejor y, en consecuencia, no solo aumenta su productividad sino también la productividad de la compañía para la cual se desempeña.

Anónimo dijo...

A mi me viene a la mente una grandiosa frase: "Motivado se viene de casa... Aquí se viene a trabajar"

eaeprogramas dijo...

Para mi la grandiosa frase que comentas me da la sensación que nunca has tenido que liderar o gestionar un grupo y si lo ha hecho no te habrá ido muy bien. Una de las principales funciones de un jefe es motivar y saber delegar, des de mi punto de vista claro.