Necesidad de cuidar los sentimientos de todos los integrantes de la empresa en cuanto a sentimiento, compromiso, implicación. Es imprescindible hablar de sentimientos en las empresas para obtener el máximo valor en todas las propuestas de soluciones, tanto para los clientes finales como para los trabajadores.
Fui a visitar una empresa del ramo de la ingeniería naval. Un edificio de estos que causan impresión por su majestuosidad, con una entrada espectacular y una recepción con tres bonitas y amables empleadas. Al subir a la planta, pude ver el gentío de la misma y observar a todos los trabajadores que allí estaban (no menos de cincuenta). Lo más curioso de todos ellos es que se les veía tristes, con cara de enfadados, desganados y con unas ganas de irse a casa, como si aquello no fuera con ellos. Me dio la sensación de que el compromiso de todos aquellos no era con la empresa en cuestión.
Si extendemos la experiencia a la gran mayoría de las empresas medianas y grandes de este país, creo que estamos en una situación muy similar a la descrita. Los empleados no se sienten vinculados con el trabajo que realizan. No porque no les guste (que podría ser, si llevan menos de cuatro años haciendo lo mismo), sino porque no los motivan correctamente desde la dirección. El talento posiblemente ha sido menospreciado y enjugado en los primeros meses del desempeño laboral. El resultado es una productividad bajísima por empleado que se autoalimenta con mayores dosis de incompentencia por parte de la dirección y una falta de motivación en el trabajo.
La solución vendría con un estilo de dirección donde se trabajase el sentimiento. Ésta es una de las claves del rendimiento de los trabajadores. Se consigue con una organización volcada en transmitir sentimiento, autoestima, creencia en los valores de la empresa y un apoyo total en los empleados. Se trata de crear un entorno laboral donde se potencia el talento y la capacidad de uno, con un protagonismo directo de todos por encima de jerarquías absurdas.
Por eso veremos que es necesario que en las empresas exista el rol y puesto directivo de Responsable de Sentimiento Corporativo (RSC). El mismo se encargaría de velar por la existencia de emoción, compromiso, felicidad y mucho sentimiento en el proyecto y en la empresa.
Por: Oscar Sánchez, Director de Tech Sales Group
Fuente: Microsoft - Centro para empresas y profesionales
Fui a visitar una empresa del ramo de la ingeniería naval. Un edificio de estos que causan impresión por su majestuosidad, con una entrada espectacular y una recepción con tres bonitas y amables empleadas. Al subir a la planta, pude ver el gentío de la misma y observar a todos los trabajadores que allí estaban (no menos de cincuenta). Lo más curioso de todos ellos es que se les veía tristes, con cara de enfadados, desganados y con unas ganas de irse a casa, como si aquello no fuera con ellos. Me dio la sensación de que el compromiso de todos aquellos no era con la empresa en cuestión.
Si extendemos la experiencia a la gran mayoría de las empresas medianas y grandes de este país, creo que estamos en una situación muy similar a la descrita. Los empleados no se sienten vinculados con el trabajo que realizan. No porque no les guste (que podría ser, si llevan menos de cuatro años haciendo lo mismo), sino porque no los motivan correctamente desde la dirección. El talento posiblemente ha sido menospreciado y enjugado en los primeros meses del desempeño laboral. El resultado es una productividad bajísima por empleado que se autoalimenta con mayores dosis de incompentencia por parte de la dirección y una falta de motivación en el trabajo.
La solución vendría con un estilo de dirección donde se trabajase el sentimiento. Ésta es una de las claves del rendimiento de los trabajadores. Se consigue con una organización volcada en transmitir sentimiento, autoestima, creencia en los valores de la empresa y un apoyo total en los empleados. Se trata de crear un entorno laboral donde se potencia el talento y la capacidad de uno, con un protagonismo directo de todos por encima de jerarquías absurdas.
Por eso veremos que es necesario que en las empresas exista el rol y puesto directivo de Responsable de Sentimiento Corporativo (RSC). El mismo se encargaría de velar por la existencia de emoción, compromiso, felicidad y mucho sentimiento en el proyecto y en la empresa.
Por: Oscar Sánchez, Director de Tech Sales Group
Fuente: Microsoft - Centro para empresas y profesionales
1 comentario:
Hola !!! Excelente el artìculo y muy apropiado para estos tiempos en que NO sòlo se valora y prevalece lo material. Entramos en una etapa en que los sentimientos y el espìritu son màs apreciados que la materia, por eso valoro enormemente, que veamos a las personas (los trabajadores) como un Todo compuesto de fìsico, mente, emociones y espìritu.
SUSANA (estudiante de PROERH)
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