sábado, 7 de febrero de 2009

Gestionar la crisis desde el área de Recursos Humanos

La estrategia de comunicación es clave para este momento.

En muchos ámbitos empresariales existe cierta sensación apocalíptica de que lo que vendrá en economía será peor a lo que suceda hoy. “La incertidumbre es la vedette y en este contexto los actores que juegan el juego de la producción comienzan a retraerse por falta de reglas de juego claras, desacelerando el ritmo de sus jugadas”, indica Emma Andreotti, experta en Recursos Humanos de Ingeniería Penta Sur SA.

Frente a esos microclimas, las empresas buscarán agudizar más sus estrategias de atracción para aquellos mercados que se estabilizarán. En esta situación el empresario deberá superar “la destrucción creativa” que somete a un gran grupo de compañías a la tarea de continuar siendo una organización mientras que debe cumplir con su responsabilidad social esencial que es garantizar trabajo de calidad para un grupo de personas en directa relación con su core business (corazón del negocio), afirma la especialista a LA GACETA.
En otro orden y dentro de la misma coyuntura los colaboradores deberán rápidamente generar conductas adaptativas para sobrevivir y fortalecerse frente a las crisis. “El rol de las área de RRHH en tiempos de cambios es fundamental debido que desde ellas se promueven y gestionan estos procesos. Todo proceso de change management se basa en una estrategia de comunicación que busca generar certidumbre en un contexto de gran dinamismo”, puntualiza Andreotti.

Durante este período el mapa del proyecto de RRHH debería sustentarse en un proceso de Gestión de la Perfomance a través de la cual la organización pueda ser más productiva, eficiente y creativa.

Otro rol fundamental que podrá ponerse en práctica es el de socio-estratégico al asesorar a la línea y a las gerencias respecto de las factibles herramientas de análisis sobre el modo de efectuar ajustes eficientes en las organizaciones para garantizar la continuidad de lo puestos claves. Asegurándose un pool de talentos y potenciales que permitirán mantener el núcleo del negocio.

La propuesta de valor

Desde el punto de vista de los colaboradores es aconsejable poder efectuar un proceso de análisis personal para preguntarse cuál es nuestra propuesta de valor hacia nuestros clientes o nuestras organizaciones y que podemos ofrecer como diferencial, afirma la especialista. “Repensar nuestras habilidades y competencias desde un individuo o desde una comunidad podrá también motivar iniciativas nueva, tales como continuar con procesos de formación o capacitación, generar un emprendimiento personal o uno vinculado al sector o rubro conocido de modo de proponer una alternativa mercerizada para eficientizar en algunas operaciones de las grandes organizaciones”, acota.

Del mismo modo que las economías que buscarán crecer se basarán en la atracción de inversiones sobre la base de seguridad jurídica y estabilidad en sus conductas, las personas que forman parten de las organizaciones deberán también gestionar su desempeño en el orden de generar credibilidad en sus tareas y productividad. Paralelamente un gran cúmulo de personas que buscan insertarse en el mercado laboral o que estarán desempleadas deberán repensar el trabajo y sus competencias apelando a la resiliencia personal o la de su grupo de apoyo para crear nuevas instancias de empleo u ocupación.

Por: Marcelo Natalini

Fuente: Conocimiento & Dirección

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