martes, 22 de septiembre de 2009

Para desarrollar habilidades, la clave es jugar

Opciones para capacitar

La tendencia a incorporar nuevas metodologías para capacitar a los empleados incluye actividades insólitas.

La palabra “capacitación” está ligada a una imagen estereotipada: un aula con docente a cargo, un grupo de personas, una pizarra y, a lo sumo, un proyector. Hace rato que esa postal dejó de ser la única opción e, incluso, hay quienes aseguran que ese ámbito no siempre estimula el desarrollo de nuevas capacidades ni desafía a aprender. Así, la última tendencia en capacitación incorpora actividades lúdicas que despiertan el interés de los participantes y permiten alcanzar más ampliamente las metas que los métodos ortodoxos.

Desestructurar para luego permitir a las personas estar en actitud más receptiva es el paso a paso al que apuntan los juegos. “Si nos corremos de lo racional, se da un doble efecto: se desenmascara y se vuelven a construir máscaras algo más apropiadas y naturales”, explica Beatriz Arias, directora de FK Fuerza Creativa, una de las empresas que organizan este tipo de actividades. Por ejemplo: una compañía necesita que los diversos equipos de trabajo que la integran generen un ritmo único, ya que hoy cada uno trabaja a su tiempo, y para esto están tomando talleres de capoeira. O en una compañía existe un equipo que está muy “desposicionado”, entonces realizan un taller de máscaras, juegan a ocupar nuevos roles y aprenden a comunicar a través del movimiento e intercambio de las máscaras.

Claro que también las actividades lúdicas tienen efectos extra, como reforzar vínculos, generar nuevos lazos y entablar relaciones más relajadas. “En estas actividades, el error o el no-ganar es parte del juego, y no algo con consecuencias funestas”, asegura Arias.

En procesos de team building, estas actividades son la tendencia elegida. “Tuvimos una situación especial, porque en los últimos tiempos habían surgido cambios en el equipo de trabajo Cono Sur, que mostraba puntos encontrados con respecto a la visión de la compañía. Necesitábamos motivar y unir”, explica Diego Gómez Cane, coordinador de recursos humanos de Johnson & Johnson Medical Argentina.

Así fue como optaron por una actividad que integrara el área. En un día y medio hicieron máscaras, y analizaron los temas de relación (muy conflictivos en ese momento) en una cabalgata. “Salir a cabalgar es subirse a un animal enorme que no te presta atención”, dice Beatriz Arias. “Esto es ideal para pensar en cómo tratar con un inabordable. Uno debe resignificar cómo relacionarse con el caballo, y no el caballo con uno”, agrega. “Logramos establecer un buen ambiente y, sobre todo, se clarificó la visión del área para los próximos años”, señala, por su parte, Gómez Cane.

Otra empresa que recurrió a FK para armar un plan de actividades fue Cognizant, dedicada a soluciones tecnológicas. “En un contexto regional de crecimiento, necesitábamos consolidar al management local”, explica Rosario Albertolli, gerente de Recursos Humanos. En este caso, se trataba de un equipo joven, en una empresa también joven en el país. “Para que la capacitación sea efectiva, hacemos un análisis que incluye la cultura de la compañía y el perfil e intereses de aquellos que van a participar”, agrega Arias. Así se establecen los objetivos, la temática, la dinámica y hasta el nivel de exigencia. Todos estos puntos, luego, se reflejan en evaluaciones que sirven para saber si las necesidades de desarrollo de competencias, cohesión de equipos o estímulo de capacidades han sido satisfechas.

La diferencia entre estas acciones y un evento recreativo común y corriente radica en el establecimiento de objetivos claros y en la metodología empleada. Jorge Farray es uno de los socios de Urban Paintball, donde se practica este juego que consiste en simular un combate con pelotitas de pintura. “Hace pocos años, las empresas empezaron a ver el desafío que planteaba esta situación límite del juego. En esta situación de alto impacto emocional, es posible medir las reacciones de las personas de otra manera”, señala. Así fue como completaron la estructura necesaria para ofrecer un servicio integrador, creando la empresa Eventos Políticamente Incorrectos. Con el soporte de consultores y capacitadores, cada año renuevan la oferta de programas, de acuerdo a la coyuntura y las necesidades que detectan entre sus clientes.

Las batallas de paintball son muy populares, pero también suelen organizar actividades deportivas, juegos de roles, cadenas de favores, carreras de regularidad y experiencias en ambientes atípicos, como la cocina de un restaurante o el rodaje de una película.

Por: Verónica Surbek - Fuente: IECO

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